En las últimas semanas se han detectado varios casos de la cepa H5N8 del virus de la gripe aviar en aves de diferentes países europeos. La semana pasada, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación notificó el primer caso de ave positiva con la cepa H5N8 de este año, un halcón peregrino encontrado con signos neurológicos graves en la Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja (Cantabria ). El equipo de investigación de virus aviares liderado por la Dra. Natàlia Majó, del Centro de Investigación y Sanidad Animal (CReSA), del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) ha realizado varios estudios para evaluar la susceptibilidad de tres aves recurrentes a esta cepa de gripe aviar H5N8, considerada de alta patogenicidad, gracias a la Unidad de Alta Biocontención de nivel 3 de bioseguridad del CReSA.
Uno de los estudios, publicado en Avian Pathology, revela que los gansos son muy propensos a infectarse con el virus, en concreto más con la cepa H5N8 que con la cepa clásica H7N1, que data del año 1999. «Los gansos excretan el virus a través de sus excrementos o por vía oral, y tienen un papel importante en la vigilancia epidemiológica de esta enfermedad porque, a menudo, se encuentran en la interfase de contacto entre aves salvajes y aves domésticas», explica Albert Perlas, investigador predoctoral del IRTA-CReSA y coautor de los estudios.
En otra investigación publicada en Veterinary Research, los investigadores han observado que las razas de pollo Castellana Negra, Euskal Oiloa y Ampurdanesa se pueden infectar tanto con H5N8 como con H7N1 pero son más resistentes y no afecta a tantos individuos. En cambio, las razas catalanas como la Prat, Ametller o Penedesenca son bastante susceptibles a infectarse con la cepa H5N8. En cuanto a las explotaciones avícolas intensivas, los broilers son bastante susceptibles a las dos cepas.
Los investigadores también han evaluado la susceptibilidad a infectarse con estas dos cepas de virus de las palomas urbanas y locales. En un estudio, publicado en Avian Pathology, se concluye que son poco susceptibles tanto a la H5N8 del virus como la H7N1. Tampoco son portadores asintomáticos ni dispersores, porque excretan el virus en bajas cantidades.
Es necesario reforzar las medidas de bioseguridad en las granjas
El pasado julio, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) puso el aviso mundial cuando se detectaron casos de gripe aviar en el sur de Rusia y en Kazajistán. Desde agosto, la migración de aves hacia zonas más cálidas ha provocado la aparición de casos en los Países Bajos, Suecia, Bélgica, Alemania, Reino Unido, Dinamarca, Irlanda, Francia, Croacia, Polonia, Italia, Austria y últimamente en España. La mayoría de estos casos han sido en aves silvestres, pero desde el 20 de octubre hasta el 26 de noviembre ha habido 31 brotes en granjas de diferentes países que han obligado a sacrificar muchas aves.
La cepa H5N8 ya causó un brote importante en 2016 y 2017, que afectó a varios países europeos. Por tanto, «es fundamental reforzar y mejorar las medidas de bioseguridad en las granjas, tanto en las grandes, como en las más pequeñas o las de autoconsumo. Aunque todas las razas no sean igual de susceptibles, todas podrían actuar como transmisoras del virus hacia otras aves, ya que normalmente estos animales están en el exterior», concluye Albert Perlas.