El sector porcino argentino se quedó con un sabor amargo de no poder crecer lo que esperaban. Es que las posibilidades están: posible auge en el consumo doméstico en los próximos años y la apertura del principal mercado a nivel internacional, como es China, principal productor y consumidor de esta proteína animal, que sufre una importante pérdida en el plantel de cerdos por la Peste Porcina Africana.
Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. entre enero-noviembre de 2019 se produjeron 574 mil toneladas res con hueso, un 1% más que el mismo período de 2018. Y si bien aún no están los números de diciembre, se espera que alcance las 635.000 toneladas, 15.000 toneladas más que el ciclo previo.
En este marco, se destacaron las exportaciones de carne porcina, que crecieron un 13%. Se enviaron al exterior 23.339 toneladas entre enero-noviembre contra las 20.648 toneladas del mismo lapso de 2018.
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Y el consumo interno cayó casi 2% entre enero-noviembre. Cada argentino comió 14,56 kilos contra los 14,86 del mismo ciclo del ante año pasado. De todas maneras, se calcula que en diciembre haya crecido esta cifra por las fiestas.
Otro dato interesante es que las importaciones cayeron un 25% entre enero a noviembre, disminuyendo a 30.489 toneladas.
Según había comentado recientemente Lisandro Culasso, presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos, “hay que aumentar la producción, que es lo más importante, porque demanda hay”.
En este sentido, amplió que este año la producción no pudo ser mayor por la falta de financiamiento y la modificación del IVA ventas. Y espera que este año la producción se mantenga porque no hay grandes proyectos que se pongan en marcha.
“Sí habrá un aumento de la exportación por el caso de China. El principal cliente era Rusia pero como puso un arancel (del 25%), quedó afuera del mercado”, indicó.
