Con la evolución de la genética ha habido un cambio en la velocidad del desarrollo del pollo de engorde, que ha permanecido más rápida de lo que era hace algunos años. El pollo actual se desarrolla en un período más corto de tiempo, aunque demanda mayor cuidado y atención a los detalles, que pueden afectar su rendimiento.
Aline Kuntze, Veterinaria y Especialista en Incubación de Aviagen, detalló durante un webinar promovido por Aviagen América Latina, cómo el manejo minucioso durante la incubación es fundamental para alcanzar mejores resultados productivos.
“Para conseguir los objetivos de rendimiento del pollo de engorde es necesario llevar al máximo la calidad de los pollitos por medio de un óptimo manejo de las condiciones de nacimiento, almacenamiento y transporte. Se debe además diseñar un sistema de crianza para garantizar el fácil acceso al agua y al alimento durante el alojamiento, así como para facilitar la transición entre los sistemas suplementarios y los bebederos y comederos, en los días 4-5 después del nacimiento, igualmente administrar una dieta inicial que sea altamente digerible y equilibrada a nivel nutricional”, explica.
Incluso teniendo a los pollitos en su zona de confort térmico, monitoreando su comportamiento, es necesario mantener la supervisión en cuanto a los niveles bajos de humedad relativa (menor a 50%) y establecer un programa de ventilación mínima desde el primer día de vida del animal. Para permitir una mejoría contínua del sistema de crianza se debe controlar la ingesta de alimento, de agua y el peso del pollito a los siete días de vida.
Otro punto importante del manejo inicial es mantener a las aves en su zona de confort térmico durante todo el período de crecimiento. Los pollos de engorde de crecimiento rápido producen gran cantidad de calor, especialmente en la segunda mitad de ese período. Mantener la temperatura ambiental menor que 21oC (69,8oF) a partir del día 21 puede mejorar las tasas de engorde.
“Mantener, en conjunto las prácticas de manejo, altos niveles de bioseguridad y limpieza con la finalidad de reducir al mínimo el nivel de enfermedades”, complementa Aline.
Principales características de un pollito de buena calidad:
- Buen color, tamaño y peso corporal uniforme;
- Buena reserva nutricional al nacimiento o sea, la reproductora pasó todos los nutrientes que ese pollo necesita, a través de la yema, para que se desarrolle;
- Buena salud con un sistema inmunológico totalmente funcional;
- Buena puntuación de calidad basada en: actividad, estado de alerta, apariencia de las piernas, rendimiento del pollo y pérdida de humedad; condiciones de los ojos, piernas y dedos; condiciones del tarso, ombligo, vientre, fosas nasales y pico; yema residual y peso del cuerpo sin la yema.
Efecto de las temperaturas anormales sobre el desarrollo embrionario
Las temperaturas afectan directamente el desarrollo de los órganos embrionarios, ya que determinan la velocidad del metabolismo del animal, afectando sus niveles hormonales y la capacidad termo regulatoria del embrión.
“Básicamente, si tenemos, por ejemplo, una temperatura de incubación muy baja en diferentes etapas de la incubación es difícil que tengamos una alta mortalidad embrionaria, puesto que los embriones son muy resistentes a bajas temperaturas. Aunque, si hay puntos fríos en la máquina, o una temperatura general más baja, habrá pollos mojados, con bajo desarrollo y atrasados. Pollos con ombligos mal cicatrizados tienen una mayor probabilidad de infección bacteriana”, señala.
Además, los embriones expuestos a bajas temperaturas pueden llegar a ser pollos con alto rendimiento. El rendimiento de pollitos es un parámetro muy importante en la incubación, porque determina si ese pollo está maduro o suficiente para ir a la granja. Un pollo con alto rendimiento es un animal que todavía necesita de más tiempo de incubación para madurar. Ya un pollo con bajo rendimiento permaneció bastante tiempo en la nacedora y pasó por el proceso correcto de maduración y deshidratación.
Cuando la situación es inversa y la temperatura del embrión está muy elevada se acelera el metabolismo embrionario y los pollos nacen antes. Dependiendo de cuán alta sea la temperatura, el resultado puede ser huevos picados en la transferencia o, incluso, pollitos nacidos durante el traslado.
“La temperatura es tan alta, en este caso, que el metabolismo se adelanta y los pollitos sufren con el desarrollo acelerado; en muchos casos incluso nacen en las máquinas, lo que no es deseado”, explica la veterinaria y agrega: “Cuando nacen muy temprano, los pollos están altamente deshidratados. Como consecuencia tendremos pollitos con rendimiento más bajo que 67%, bajo porcentaje de yema residual, piernas deshidratadas, pollos con más debilidad en la granja y alta mortalidad”, destaca.
Es importante comprender la alta correlación entre la calidad del pollo bebé con los resultados del pollo de engorde. “Sabemos que el metabolismo del pollo moderno es más rápido y cómo él gana peso en poco tiempo, pero es necesario preguntarnos constantemente si los pasos iniciales están siendo hechos correctamente. Si ese pollito, producido en la incubadora, permaneció tiempo suficiente en incubación, y si le dedicamos el tiempo y el manejo correctos desde su nacimiento. Solamente así podemos esperar que ese pollo pueda expresar todo su potencial y el rendimiento que esperamos de él”, finaliza.