La industria avícola no ha dejado de producir proteína cárnica para abastecer la demanda nacional durante lo que va de la pandemia. La Asociación Nacional de Avicultores de Panamá (Anavip) aseguró que el sector continúa como uno de los más dinámicos de la economía. Sin embargo, sí há tenido un impacto en la producción de aves, porque hubo una reducción en el consumo por el cierre de hoteles y restaurantes.
En 2020 se sacricaron 94.8 millones de pollos, aproximadamente 15 millones menos que en 2019, cuando se reportaron 110 millones de sacricios, informó Luis Carlos Castroverde, presidente de la Anavip.
Se trata de un promedio de entre 7 y 8 millones de pollos que se consumieron por mes el año pasado. Antes de la pandemia, el sacricio de pollos para el consumo nacional era de entre 8 y 9 millones de unidades por mes. Es decir, ha habido una disminución en el consumo de más de un millón de polos por mês.
En promedio, la actividad avícola tiene una población de 20 millones de pollos de engorde, 3.4 millones de gallinas ponedoras y 1.8 millones de gallinas productoras. De estos tres segmentos, el de mayor movimiento es el de pollos de engorde ya que su ciclo de vida desde que nace hasta que se consume es de aproximadamente 40 días.
Debido a la paralización de la economía por la pandemia, el consumo en 2020 regresó a los niveles de hace cinco años. Los meses de más bajo sacricio fueron mayo y junio, en los cuales la economía se mantuvo cerrada para controlar el contagio del coronavirus, según cifras de Anavip.
“Afortunadamente, no hemos tenido ninguna interrupción en la producción en las granjas y las plantas, y la comercialización se ha mantenido en operación, guardando las medidas establecidas por la cuarentena”, dijo Castroverde.
La industria avícola genera aproximadamente 10 mil empleos directos, pero hay una serie de actividades que giran a su alrededor que producen otros miles de empleos.
“No ha habido mayor afectación en los empleos, y se han mantenido, porque las empresas han seguido funcionando, a pesar de que sí hemos tenido esa baja signicativa en restaurantes, hoteles y franquicias, que es un segmento de bastante peso en el portafolio de ventas”, agregó el empresario.
En cuanto al precio del pollo a los consumidores, durante los últimos cinco años ha habido uma disminución. El más económico es el pollo picado, que se consigue en el comercio a aproximadamente un $1 la libra, según el registro de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia.
Comparada con el precio de la proteína de bovino o cerdo, la de pollo es más accesible. Desde 2017 hasta 2019, creció el consumo de carne de pollo y cerdo, pero la de res disminuyó. En 2020, con la Covid, siguió creciendo la demanda de carne de pollo, la de cerdo se estancó y se mantiene la caída en la carne bovina, dice Aquiles Acevedo, presidente de la Unión Nacional de Productores Agropecuarios de Panamá (Unpap).