Los productores de pollo y de huevos destacaron su aporte nutricional en la mesa de los argentinos, en medio de la discusión sobre el acceso de la población a proteínas animales, que disparó el Gobierno cuando estableció un cepo a las exportaciones de carne vacuna para controlar la inflación. Según datos de la Cámara Argentina de Producciones Avícolas (Capia) el consumo per capita anual de pollo en Argentina es de 48,5 kilos y el de huevo 19,5 kilos (equivalente a 306 huevos). Junto a los 45 kilos de reses bovinas y los 16 de productos porcinos (también en consumo anual por habitante) posicionan a nuestro país en el podio mundial del consumo de proteínas animales.
En ese contexto, pidieron consolidar el crecimiento del sector y “tecnificar la cadena” luego de las dificultades que atravesaron por la llegada del coronavirus. La inquietud la plantearon desde el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) y la Capia, en un encuentro en el que celebraron el día de la avicultura y que contó con la presencia de los ministros de Agricultura, Luis Basterra, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Roberto Domenech, presidente de CEPA, señaló la necesidad de generar inversiones y “líneas de financiación acordes” para mejorar la competitividad. E instó a desarrollar políticas productivas junto con el Estado, que “sigan garantizando la disponibilidad del producto en la mesa y que incentiven la exportación, el trabajo y el valor agregado en el país”.
Además, si bien consideró que las inversiones y la incorporación de tecnología “van bien” respecto de la incubación, el sector frigorífico y el equipamiento de las fábricas de alimento, reconoció que no ocurre lo mismo en las granjas donde hay un “atraso”.
Según Domenech, la inversión en los próximos años tiene que centrarse en la “reconversión en túneles de las granjas de producción y la construcción de galpones de última generación, para mejorar los resultados productivos y lograr menores costos y mejores valores para el mercado interno.
Respecto del mercado externo, el representante de las empresas procesadoras dijo que “la forma de crecer en las carnes es la exportación”, y consideró que es el rumbo para “consolidar un fortalecimiento constante que haga previsible al sector y garantice una permanente y abundante oferta para el mercado doméstico”.
En tanto, agregó que sería “muy beneficioso” si se incluye al huevo en los planes alimentarios y comedores escolares.
En tanto, según Capia, el sector avícola actualmente emplea a 100.000 personas de forma directa e indirecta y moviliza a otros 20 subsectores industriales para completar la producción, además de ser el noveno país del mundo, como productor y exportador de carne aviar.
Elogios de Basterra y Kulfas
Los ministros compartieron la visión sobre la potencialidad del sector y la necesidad de “profundizar” su crecimiento con una “adecuada articulación” entre el mercado doméstico y las exportaciones de la cadena. Basterra destacó: “Argentina necesita del ingreso de divisas y esto está sin duda relacionado a la agroindustria, como uno de los aportantes principales a este modelo”.
“La Argentina tiene la potencialidad para exportar sin descuidar el mercado interno”, agregó Kulfas, y adelantó que “en las próximas semanas se lanzará una línea de financiamiento por $2000 millones con el objetivo de impulsar inversiones para un mayor desarrollo de la cadena avícola”.
Al respecto, el titular de Desarrollo Productivo ponderó que el sector pasó de una producción de 300.000 toneladas en 1980 a un nivel actual de 2.4000.000 toneladas anuales, además de un crecimiento significativo en las ventas al exterior.