La producción avícola se ha reanudado en el suroeste del país, donde el impacto de la epidemia fue más fuerte, y el riesgo se redujo a moderado en todo el país (en lugar de alto) a finales del pasado mes de abril.
Durante una reunión de trabajo del ministro con los avicultores y administraciones locales se identificaron algunas pistas a seguir para mejorar la gestión colectiva frente a este tipo de crisis.
En este marco, se considera fundamental conocer en tiempo real el número de animales presentes en todas las explotaciones avícolas; adelantarse al riesgo de aparición de la enfermedad y reducir la densidad de animales en las zonas de riesgo; mejorar las medidas de bioseguridad en todas las fases de la cadena y analizar el impacto y la viabilidad de recurrir a una vacunación preventiva a partir de 2022.