La actualidad de la industria aviar atraviesa un auspicioso presente. En septiembre, las exportaciones incrementaron un 43% interanual su valor. Mientras que entre enero y septiembre, acumularon un crecimiento del 40% interanual. La mayor demanda, proveniente desde China, está generada por los bajos stocks de cría de aves y la sustitución de carne porcina, y junto al aumento de las exportaciones a Emiratos Árabes, Arabia Saudita, Rusia y Chile, fueron claves en el auge exportador del sector en lo que va del año. Según el Índice de Competitividad de Coninagro, el potencial multidimensional de la Carne Avícola creció 2,5% interanual (i.a.) en el segundo tercio de 2019, revirtiendo la caída durante el primer trimestre de este año (-2,9% i.a.). La mejora del sector se debió, principalmente, a la buena performance de la dimensión Desempeño Económico. La misma creció 15% i.a. gracias al aumento en términos reales del precio percibido por el productor (+52,1% i.a.) y una mayor oferta avícola (+1,8% i.a.). No obstante, la evolución de los costos se incrementó por encima de la inflación, debido a la suba en la mayoría de los insumos (combustibles, energía eléctrica y maíz).
Asimismo, este cuadro de situación próspero se debe en parte a la salida del estado de emergencia en 2 de las 8 principales provincias que faena Aves: Entre Ríos y Salta. Pero en contraposición, aunque el balance general es positivo, hay algunos datos negativos, como la fuerte caída de los préstamos al sector privado (-54% i.a.), la desmejora del desempleo (-2,4% i.a.) y la pérdida de poder de compra de las familias (caída del salario real en torno al 10,3% i.a.). Esto tiene efectos negativos en el consumo masivo de todos los niveles socioeconómicos, especialmente el de menores ingresos, los cuales gastan mayor proporción de sus ingresos en alimentos.
En tanto, el empeoramiento de la tasa de pobreza (-14,6% i.a.), la menor cobertura médica (-0,6% i.a.) y el menor desempeño educativo (-1,7% i.a.) configuraron una dotación de mano de obra para el sector de Aves de menor calidad, con impactos sobre la productividad laboral y la actividad en el largo plazo.
Datos: según el relevamiento de Coninagro, en Argentina hay 6.500 granjas. Además, el 83% de la producción se desarrolla en Buenos Aires y Entre Ríos. En tanto que la producción deja 2,1 Millones de toneladas de carne aviar y 1,0 millón de huevos.
Otro dato que revela el informe es que los argentinos consumen, en promedio, 43 kilos por año por habitante de carne aviar y 265 huevos por habitante por año. En tanto, las exportaciones de carne aviar representan 330 millones de dólares para el sector.
El desafío de exportar sin desabastecer el mercado interno
Norberto Niclis, vicepresidente de Coninagro, aportó que: “El consumo de carne aviar se está equiparando al bovino por cuestiones de costo, y también culturales. Si bien el mercado interno tiene un consumo superior, también se abrieron mercados para vender partes del pollo que los argentinos no consumimos y Asia, por ejemplo, si las compra. El hecho de que China haya aprobado varios frigoríficos aumentó la demanda de producción”. A lo que agregó: “La logística está hecha para abastecer el mercado interno. En el caso de la carne aviar, la producción no es tan estacional, pero el consumo sí. Entonces cuando se consume menos, podemos mantener el nivel productivo y exportar el excedente”.
Asimismo, Andrés Cura, ingeniero agrónomo que está a cargo de la Integración Avícola de la Unión Agrícola de Avellaneda Coop. Ltda, ubicada en Avellaneda, Zona Norte de la provincia de Santa Fe, señaló que: “Si Argentina hace bien las cosas, puede volver a posicionarse fuertemente en el mercado internacional, aprovechando la sanidad y la oferta de cereales que tiene para transformarla en proteína animal y exportarla al mundo”.
“En 2011 tramitamos habilitaciones de nuevos destinos y desde el 2011 mandamos garras de pollos a Hong Kong, mientras que a Vietman enviamos plumas y vísceras para harinas (esto se usa para alimentación de mascotas, no para consumo humano), por otro lado, Rusia se lleva gran parte de pata de muslo con cadera y sin cadera, en tanto que la pechuga de pollo mayormente es comercializada a Arabia Saudita, y el corazón de pollo a Brasil. Después de unos 8 años de trabajo técnico en SENASA hemos logrado perfilar nuestra planta procesadora de aves para la exigencia del mercado chino. Se mandan volúmenes interesantes, ya que cargamos entre 4 y 6 contenedores por semana hacia China y los demás destinos mencionados. Nuestro objetivo es exportar un 30 por ciento de nuestro volumen de producción“, agregó Cura.
Al mismo tiempo, el productor detalló: “El consumo percapita del mercado interno está entre los 45 y 46 kg, y estas cifras lo colocan muy cerca del consumo de carne bovina. La forma de poder seguir creciendo en consumo es dando agregado de valor a cadena avícola, ofreciendo nuevos productos como es el caso de las hamburguesas o medallones de pollos, embutidos, y rebozados en general”.
“Estamos trabajando para desarrollar el Mercado Europeo. Pensamos exportar productos premium hacia Europa, en este caso pechuga. La idea es llevar de la mano los dos mercados, tanto el de exportación como el interno, regulando la oferta en cada uno de ellos. En determinados momentos del año el mercado interno se resiente, ya que hay tanta oferta de pollo que satura la demanda y esto provoca que los precios caigan. Muchas veces en el mercado interno producimos a pérdida y para buscar un excedente hay que pensar en exportar”, detalló. Finalmente, sostuvo : “queremos afianzar las exportaciones sin desabastecer el mercado interno. La actividad avícola es dinámica, en 43 días aproximado ya se logra la faena, y eso genera una alta producción. La evolución de la avicultura va a ser interesante, ojalá que el gobierno entrante permita que sigamos exportando, porque eso genera mayores fuentes de trabajo, tecnificando las líneas y aumento de dotación de personal”.
El mercado orgánico
El productor aviar Andres Cura, hizo mención a cómo afronta el sector la demanda de productos alternativos: “El mercado orgánico está dando sus primeros pasos en Argentina. Si bien la economía no está preparada para pagar sobreprecios en ese tipo de productos, hemos empezado a tener demanda, sobretodo en huevos y carne aviar. El mercado de exportación tiene su nicho en lo orgánico y vamos a trabajar sobre sus exigencias a futuro”.
“Lo que si estamos atacando es la producción libre de antibióticos en la línea de pollos parrilleros, algo que en el mercado internacional hoy es una exigencia. Nuestra empresa solamente usa antibióticos bajo receta de veterinario o para tratar focos puntuales. Tarde o temprano el mercado orgánico será un tema a desarrollar”, finalizó.