El respiro visto en mayo en la inflación general, no fue suficiente. Los precios de la inflación básica siguieron creciendo y amenazan con desbordarse, con potenciales efectos sobre las tasas de interés.
En mayo el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró que la inflación en el mes de mayo cayó de 6.09% a 5.89% en su comparación interanual, lo que terminó con la serie de incrementos potenciada a principios de año debido al alza de precios en las materias primas y la recuperación de la actividad económica en el país.
La caída del índice de precios es concordante al pronósticado y defendido por el Banco de México (Banxico) en sus últimas decisiones de política monetaria, sin embargo analistas como Luis Gonzali, codirector de Inversión de la firma de inversiones globales Franklin Templeton, advierte que la disminución fue menor a la esperada.
“La inflación se “moderó” a 5.89%, pero sigue siendo alta, y no está cayendo tan rápido como los analistas pronosticaban. Preocupa que la subyacente haya subido a 4.37%. Se le empieza a escapar de las manos a Banxico”, escribió Gonzali.
Al interior del INPC, la inflación subyacente -la que no considera el precio de productos de alta volatilidad como los energéticos y alimentos, y a la que también se le conoce como “inflación básica”- se disparó desde 4.13% hasta el 4.37% en mayo, muy por encima del rango objetivo del banco central para la inflación general.
Por el contrario, el comportamiento de la inflación no subyacente continuó a la baja en concordancia con la estabilización de los precios de los energéticos -uno de sus principales componentes- luego del repunte de precios de marzo-abril.
Sin embargo, como explica Alfredo Coutiño, economista en jefe para América Latina de Moody’s Analytics, la inflación general no representa una garantía debido a la inclusión del factor no subyacente y su característica volatilidad. “No hay que echar las campanas al vuelo, porque esa inflación va y viene y no debería ser la que guíe la pol. monetaria, sino la subyacente”, dijo.
El economista también destacó que muestra de la permanencia de riesgo es que el rubro “taquerías, loncherías, fondas y restaurantes” subió nuevamente presionado por el aumento en el precio de los insumos, como las mercancías alimenticias que crecieron hasta 5.49% de forma interanual.
La inflación que viene
Además de una rápida recuperación de la actividad económica y el consumo, la fuerte sequía observada en abril en el norte del país presionó el precio de los alimentos -elemento importante en la inflación subyacente- al alza. Pero en el horizonte y hacía el oriente se vislumbra una nueva ola inflacionaria que ya ha encendido las alarmas.
El Índice de Precios al Productor en China, el mayor exportador mundial de mercancías, alcanzó en mayo el 9% interanual, superando por 0.5 puntos las expectativas de los analistas. Con ello, el nivel de los precios en México se enfrentan a un nuevo riesgo pues las fuertes alzas de precios a los productores chinos impactarán en el costo final de los productos de importación, sean comprados de forma directa al gigante asiático o de forma indirecta a través e la compra de productos manufacturados estadounidenses fabricados con insumos chinos.
El impacto chino repercutirá principalmente sobre la inflación en mercancías y, de forma destacada, sobre los precios al productor en México debido que los incrementos en China tienen base en el incremento del precio de los metales que afectan industrias clave como la metalúrgica y siderúrgica -destacando la fabricación de acero controlada en 53.2% por el gigante asiático.
Los precios al productor en México crecieron 6.01% a tasa anual en mayo, desde el 4.92% anual registrado en abril, con fuertes incrementos mensuales en los precios del petróleo y gas, de los minerales y metales industriales, con impactos importantes en los precios de las cadenas de transporte, industria metálica básica y construcción.
Ante el panorama actual, analistas como Marco Oviedo, economista en jefe para México del banco inglés Barclays, incluso apunta que un nuevo incremento en la tasa de interés interbancaria podría darse en este año, acción que en las más recientes encuestas de expectativas del sector privado se anticipa hasta llegado el 2022.
“Banxico espera que estas cifras bajen en el 3T. Si no, hay persistencia y definitivamente ajustarán la tasa. Septiembre podría ser…” advirtió Oviedo en su cuenta de Twitter.