Más de 200 organizaciones socioambientales, agrupaciones, movimientos y colectivos de 23 provincias convocaron para este martes a una jornada de expresión nacional bajo el lema #25A #BastaDeFalsasSoluciones.
El 6 de julio pasado, la cancillería argentina difundió una comunicación entre el Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Felipe Solá, y el ministro de Comercio de la República Popular China, ZhongShan, donde se anuncia una “asociación estratégica” entre ambos países, referida a la producción de carne porcina y se anuncia una “inversión mixta entre las empresas chinas y las argentinas” para “producir 9 millones de toneladas de carne porcina de alta calidad”, lo que “le daría a China absoluta seguridad de abastecimiento durante muchos años”.
“El Acuerdo con China es la gota que colmó el vaso. La expresión popular de las últimas semanas no es casualidad. Pondremos bajo la lupa a todos los acuerdos comerciales que adhieran a un modelo productivo insostenible. Somos cientos de miles de ciudadanos que nos cansamos de las falsas soluciones cortoplacistas. Queremos una democracia transparente, con una participación activa de la sociedad. El socioambientalismo está más unido que nunca, tenemos propuestas y alternativas para desarrollarnos de una manera pacífica, regenerativa y sostenible”, sostiene Máximo Mazzocco de Eco House y la Alianza por el Clima, a midia Perfil.
Carta colectiva
Una carta colectiva firmada por Abogados/as en ejercicio del Derecho Animal, Abriendo Caminos, Aclimatando, Activismo Pacheco, Activistas organizadxs de Santa Fe, Agenda ambiental, Ambientalismo Mendoza, Ambiente en Lucha (Juventud de Izquierda Socialista), Amigos de la patagonia, Ángeles Verdes, Ánima, Animal Libre, Animal Rebellion, Animal Save Argentina, Arte x El Agua, Asamblea Felix Camet, Santuario Equidad, Seminario sobre el Hambre y el Derecho a la Alimentación Adecuada-Facultad de Derecho UBA, Somos Miles, Somos Monte Chaco, Soy Animal, Viernes por el Futuro, entre otros, sostiene que “El modelo de extractivismo agroindustrial, vigente desde 1996 en nuestro país, está envenenando a las comunidades rurales, devastando los ecosistemas y exterminando la biodiversidad. Aumentar la industrialización animal, dependiente y promotora del agronegocio, es incompatible con la realidad geofísica de nuestro planeta y acelera la crisis climática y ecológica. La resistencia ciudadana frente a la injusticia del poder, es nuestro derecho. Actuar en defensa de la vida, es nuestro deber”.