Desde hace varios meses que el sector avícola trabaja a pérdida porque el aumento del 5,5% autorizado a principios del año pasado no alcanza a cubrir sus costos. En este sentido, advierten que en marzo próximo podría faltar huevo fresco en las góndolas.
Según datos del sector, por mes ingresan a producción alrededor de un millón y medio de gallinas pero egresan cerca dos millones cuatrocientos mil, es decir que cada 30 días desaparecen del circuito productivo unas 800.000 ponedoras.
Las pérdidas de la actividad vienen en ascenso vertiginoso, que de persistir esta situación, advierten que la eliminación de lotes productivos será enorme, con un crack en la producción para marzo-abril próximo: “Cada 4000/5000 aves menos en producción se pierde un puesto de trabajo, por lo que se perderían al menos 200 puestos por cada millón de aves”, advirtió la industria avícola en una carta que le envío al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Otro dato alarmante es la importación de huevo en polvo que se produjo el año pasado, donde el 37% del total del volumen exportado se reimportó.” La amenaza está latente para que se importa huevos frescos del Brasil que tiene una política agresiva y asfixiante con los competidores y que durante algunos meses no le importa vender barato, te resiente el mercado y después termina haciendo desaparecer a productores locales”, dijo a LA NACION Javier Prida, presidente de Cámara Argentina de Productores Avícola (Capia).
“Hace más de seis meses que alertamos del problema que se venía al equipo de la Secretaría de Comercio Interior, pero nunca nos convocaron para encontrar soluciones”, agregó.
En este contexto, Capia le envió una carta al Gobierno advirtiendo de la situación. En la nota dirigida al ministro Matías Kulfas , el sector le transmitió que el precio que reciben los productores por venta a supermercados en muchos casos es similar a los recibidos en octubre-noviembre de 2019.
Para el sector, los aumentos de los costos productivos están a la vista: “El maíz, un 104,12%; la soja, el 111,07%; el 62,5% de flete; la mano de obra, un 38,13%; el tipo de cambio con un 40,63% y los envases, un 56,96%”.
Según Prida, que participa de la Mesa Intersectorial del Maíz, el alimento balanceado que se les da a las gallinas tiene un impacto de entre el 55 y 60% en el costo de una docena de huevos.
En el último año, de los 1030 productores avícolas que existían, hoy solo quedan 945. “Muchos productores han decidido cerrar, pero otros quieren seguir peleándola. Me duele que cada vez haya menos productores. Y son los chicos, los de economía familiar que tienen entre 20 a 40 mil gallinas los que están desapareciendo. Se está llevando a una concentración del negocio”, señaló.
Entre las soluciones, Capia planteó que sea el Estado el que haga el esfuerzo y que con ese excedente del precio internacional de los granos, subsidie a los transformadores y agregadores de valor.
Para la entidad, otra solución para mejorar la situación de los productores sería fijar precios máximos en granja y precios máximos en góndolas, donde recibirían un incremento de un 30% aproximadamente, repartiéndose los márgenes de utilidades entre productor y supermercado, sin que impacta en el consumidor.
“Sino que a los productores se les permita liberar los precios de los productos premium, eso haría compensar y lograr un aumento promedio en los productos de un 25%”, indicó Prida.
“Una buena política es que el Estado te deje fijar un precio que cubra el costo productivo”, añadió y explicó que con el maple a $184 más IVA en granja y en góndola a $300 final o, la docena en granja a $74 a granel (sin los envases) y en góndola a $140 estaría correcto. “Los intermediarios y supermercados remarcan el casi el 100%”, se lamentó.
Por último, solicitaron que se cierre el ingreso de huevo en polvo del exterior, que se elimine el arancel del 4,5% a las exportaciones de huevo cáscara y se reduzca la alícuota actual del IVA al mismo nivel que las carnes y la leche, al 10,5%.