Cuba trabaja en la implementación de cinco programas en líneas relacionadas con la producción de alimentos convencional y alternativo, genética, reproducción y salud animal de los cerdos, informó hoy una fuente especializada.
En entrevista con Prensa Latina el director general del Instituto de Investigaciones Porcinas, Joaquín Díaz, consideró que esos cinco programas tienen un carácter estratégico fundamental para el grupo empresarial ganadero.
Estamos incluyendo como sustitutos de importaciones el desarrollo de plantas proteicas en la dieta de los cerdos, como la producción la morera, la moringa y otros cultivos de alimento adicional.
Notícias Relacionadas
También el Instituto se enfoca en el nuevo modelo de gestión de los alimentos, en virtud del cual los productores deben garantizan el 60 por ciento de lo producción de alimentos y el 40 la empresa socialista.
Asimismo, se amplían capacidades productivas en centros genéticos y crean instalaciones para alcanzar dos kilogramos de carne de cerdo per cápita como parte del autoabastecimiento territorial.
Díaz aseguró que laboran además en la proyección de desarrollo hasta el 2030 , que persigue el incremento sostenido de la producción de carne cerdo.
Igualmente, relacionado con ese objetivo, en un grupo de apoyo dirigido a buscar mayor eficiencia y eficacia en los indicadores productivos del programa porcino.
El centro realiza un trabajo mancomunado con la División Tecnología Porcina, el Grupo Empresarial Ganadero y otros organismos como el Instituto de Pastos y Forrajes, el Instituto de Ciencia Animal (ICA) y el Centro Nacional de Animales de Laboratorio ( Cempalab).
Este último ha desarrollado una importante producción de alimento animal a partir de la moringa y otras plantas proteicas.. Parte de esta labor de ciencia tecnología e innovación va a tributar a la sustitución de importaciones.
El objetivo primordial de la institución es la búsqueda de un alimento alternativo de producción nacional que permita la sustitución de importaciones, reiteró su director general.
Díaz valoró altamente la caña de azúcar y sus subproductos y derivados, entre ellos la miel b y la levadura torula como ‘una de las fuentes más importantes de alimento alternativo existente en Cuba, e incluso del cultivo de caña de azúcar por los productores participantes en los convenios con esa agroindustria’.
